domingo, 4 de septiembre de 2011

El Reciclado Kiwi & La Argentinidad al Palo


Martes 30 de Agosto de 2011, 6:22 pm – Home sweet home, Wellington


Acabo de volver de una “prueba” que tenía en un bar, donde había puesto todas las fichas, pero después de ir 4 veces, sí, 4ta vez que me hacían ir, el gerente me dijo: “necesitamos mozos con experiencia ahora, como recién vuelvo de mis vacaciones tengo que reordenar el bar y el restaurante, igual tengo tu número, así que te llamo dentro de las próximas 2 semanas.”


Así que estamos de vuelta en 0. Aunque entre ayer y hoy me recorrí todas las agencias de trabajo que hay en Wellington, dicen que es la mejor forma de conseguir trabajo. Ayer también tiré más curriculums… pero aún nada, y ya me estoy preocupando. Encima hoy parece que perdí mi carpetita con los currículums que tenía, y el certificado de Bartender. Genial.

Bueno, mal día. Ayer fuimos con Sol a ver un Stand Up (a pedido de Nati explico, así les ahorro el viaje hasta Wikipedia: Stand Up es una comedia donde un solo tipo se sube al escenario y hace un monólogo), estuvo bueno. Tres tipos. El tercero la rompió. Un viejo yanqui en el medio mantuvo a todo el bar en silencio, y el primero de todos, un samoano, estuvo bien. ¡También vimos dos botellas de Branca en ese bar! Asique ya sé donde ir cuando necesite (NZ$ 7.50 la medida de fernet). 

Boludeando con la compu vi que tenía unos cuantos capítulos de los Caballeros del Zodiaco, saga Hades, y me los puse a ver. Al 3er capítulo cayó Nati del trabajo, y se re copó, así que nos venimos haciendo pequeñas maratones de Caballeros todos los días. (Fox te extraño). Ahora vamos por el 9no, ¡que buena saga! Sol también intentó, pero cayó en el 7mo capítulo maso y no entendió absolutamente nada pobre. Se resignó y se fue.


Viernes 2 de Septiembre  de 2011, 6:47 pm – Casa, Wellington


Esto lo estoy escribiendo después de haber escrito la próxima actualización. Que no se la pueden perder. Pero bueno, esto pasó antes, no lo había escrito todavía así que lo hago ahora antes que me olvide.  Esta vez vamos a tener dos secciones, como suele haber, siendo la primera la sección “La vida Kiwi” contando algunas cosas de como se vive acá, seguido de la anécdota que deriva de lo explicado en la sección previamente escrita. Las dos secciones para hoy entonces son “La vida Kiwi: El Reciclado” y “La Argentinidad al palo”.



La Vida Kiwi: El Reciclado


Acá son unos enfermitos del reciclado. ¡Pero mal eh! Estás obligado a separar los residuos, si no lo hacés te advierten una vez, a la segunda va con multa. Es una ciudad muy verde, cada inodoro tiene dos botones, uno con una descarga corta de agua, y el otro con una descarga más larga...se imaginarán cuando se usa cada uno. Volviendo al reciclado, tenés la bolsa amarilla que es para residuos generales (que pasan a buscarla una vez a la semana), la bolsa verde que es para cartón y papel, y el bin (caja de plástico verde) para el vidrio. Todas las semanas sacás una bolsa amarilla y una bolsa verde o bin, según toque esa semana. Es decir que la bolsa verde y el bin van intercalados, una semana cada uno. Los recolectores, miran cada bolsa de cada casa y si no está bien, te la dejan con un cartelito. Y no podés poner cualquier bolsa ni cualquier caja, tienen que ser las “oficiales” que comprás en ciertos lugares especiales, como el ayuntamiento.


La Argentinidad al palo


Cuando uno llega a un país así, trata de acomodarse a las costumbres locales. Es decir, comportarse como un ciudadano civilizado y esconder el argentino que tenemos bien en el fondo. Pero siempre en un momento u otro, el argentino se escapa de la jaula y sale a flote para mandarse alguna argentinidad. Es como tener un angelito y un diablito en cada hombro. El kiwi vestido de blanco con el arpa, las alas, y argentino con el tridente, la camiseta de la selección, y un libro de leyes, para aprendérselas, sólo para poder después buscarle la trampa.

Nosotros no teníamos bin (el cajón de plástico para las botellas), desapareció misteriosamente, por lo que la cocina era un cementerio de botellas. No piensen mal, yo aporté 5 porrones nomás, lo demás es anterior a mí. Pero  creo que con sólo las botellas de esta  casa, podrían renovarle todas las ventanas a una Catedral.
El día que volvíamos con Sol de Stand Up, era la noche previa a la recolección así que decidimos que era momento de deshacerse de las botellas. El angelito kiwi decía que debíamos guardar las botellas hasta tener nuestro propio bin, y el diablito argentino que había que deshacernos de las botellas como sea. La autora intelectual de la ilegalidad fue Nati, los materiales Sol y yo. Según Nati es la inteligente que nos manipuló para hacer la cagada, pero todos sabemos que nomás no se animaba a hacerlo así que nosotros nos hicimos cargo.

Llegamos a la casa, nos cargamos las botellas al hombro en algunas bolsitas y cajas de cartón, saltamos la “medianera” y nos fuimos al edificio de al lado que tienen esos contenedores grandes, también separados para cartón y papel, o vidrio. Para que se hagan una pequeña imagen mental, ¿vieron la foto que le saqué a la casa? Fue sacada desde el estacionamiento de ese edificio. Sigilosamente nos mandamos, caminando sin hacer ruido, dejamos las cajas con las botellas en los contenedores.  Demasiado fácil, ¿no? Sí, demasiado fácil era, mientras dejábamos la segunda tanda de botellas veo que justo justo del lado de adentro del edificio a 2 mts nuestro había una cámara de seguridad.

Acá las reglas se cumplen, no sólo por una cuestión de cultura, sino que el no cumplirlas tiene siempre sus consecuencias, carcelarias o económicas. Nos quisimos hacer los dolobus y sacamos las cajas de botellas y nos las llevamos. No a casa, sino a dejarlas en otros bins donde no hubiera cámaras. 10 de la noche y los dos pibes agachados en las puertas de las casas mirando hacia la ventana por encima de la verja, para cerciorarnos de que nadie se diera cuenta. Dejamos las botellas lo más sigilosamente posible, listos para dejar la caja y salir corriendo al primer sonido. Yo capucha puesta y vestido de negro, asique creo que hubiera llamado mucho la atención de la policía. Para que se den una idea, Sol es más petisa que Nanu y la Enana, asique igual si había que correr, claramente la iban a agarrar a ella primero (nunca me van a ver cometiendo fechorías con alguien que corra más rápido que yo)



Después de esto cada vez que paso por la puerta del edificio hago que miro para el lado opuesto de la cámara para que no me vean. Encima durante los 3 días siguiente siempre había una o más camionetas en el estacionamiento, con gente encima y una leyenda sobre los costados que decía “City Care” (cuidado de la ciudad); e incluso otra del gobierno de Wellington. Ya me veía picando piedras al costado de la ruta con el traje rayado blanco y negro, y los grilletes en los tobillos. De todas formas ya tenía un plan mental de como salir por la ventana de atrás, pegar un saltito y salir corriendo para la calle de abajo y perderme entre los árboles del jardín botánico que está justo del otro lado de Brooklyn St. Hasta ahora no me vinieron a buscar.

La actualización que viene ya la tengo escrita y está lista para subir. Pero es bastante larga, así que van a tener que esperar algunos días. Esa sí que no se la pueden perder, tiene crimen, misterio, y hasta política.

Además tengo una novedad, “The Kiwi Life” va a inaugurar una nueva sección. Como sabrán Nati y Agus vinieron en mayo para Nueva Zelanda. “El Rincón de Nati” va a tener sus anécdotas previas a mi llegada. Van a estar escritas por mi, pero acorde al relato chica en cuestión. Además posterior a cada sección de “El Rincón de Nati” yo voy a poner algo sobre la convivencia con ella (se está enterando ahora mismo porque está espiando lo que escribo, ese libro en la mano no engaña a nadie Nati, se muy bien que estás espiándome).



Hasta la próxima actualización!

Ahora suena: Grupo Aventura – Obsesión